28 mayo 2007


Quiero el frío por el que justificaba tu calor... Busco los aromas afrodosiaticos para poder perderme en ti... Hueleme lentamente, soy la mora perdida en el bosque, tú eres la bestia que rastreaba la inocente gacela, pérdida encontraba, encuentros deseados, error de la fortuna...

Házme tuya, eso es lo que soy, no me busques más allá de las fantasía de alfombras mojadas sin nadie más que tu imaginación.

Una sombra en la pared blanca de tu habitación. Juegos en las sombras. Sombras tuyas. Juegos en las sábanas. No quieras más de mí. Demasiados daños en la sombra...

21 mayo 2007

Parecía que era uno de esos días pasados de la vida repetitiva de ese ayer... Mismos despertares. Mismos sisabores del desayuno de esta mala perra. Mismos quereres de amor idiota... mismos todo... Todo parecía ser igual...


Pero no era así



Fue tan solo escuchar tu voz, todo en mi cambió. Eres mi sueño y desvelo. Eres el verso necesario para mi rondilla. Esa gota que necesito pars que no se convierta el veneno.


Eres lo que me que necesito para ser completa. Eres mi luz y mi penumbra. Fuiste y eres siempre ese tú, que fue mi TÚ durante tanto tiempo, y eres . Aquel que nunca dejó de serlo... mi TÚ por el que soy pequeña... Eres TÚ que me devuelve la vida. Eres mi TÚ.

04 mayo 2007

qué malo es pensar...

Echo mucho de menos mi época de estudiantes cuando todos “odiábamos” a los profesores por igual, pero eso sí, con mucho respeto. Temíamos las notas de ellos a nuestros padres, en las cuales querían una “entrevista” el “padre, madre o tutor”. Y , si encima catábamos asignaturas… ya nos juntábamos en corrillo a ver quien teníamos más suspensos... pero intentábamos ser “mas o menos” coherentes con todo lo que hacíamos.

Éramos todos iguales, sin distinción de sexo, que ya nos costo mucho hacer que los padres dejasen de poner a los hijos de “para chicas” y “para chicos”, como que tuviesen que ir diciendo por este país “alumnos y alumnas”, “juez y jueza”, “médico y médica”.

Entonces, anoche, en un estado de “iluminación” de estos que dejan huella… no me podía creer que se me pasara esto por la cabeza… (ya saben que mi religión no me permite pensar, y si acaban de encender a esta serie de televisión, se lo digo YO, mi religión me lo tiene completamente prohibido )… y me quedé patidifusa…

Entonces, a ambos se nos llama igual pero esto no es así, por lo que se ha de crear “palabro” (que suena más machote que la simple “palabra”, que parece que se desliza por los labios, sin fuerza) para un calificativo como puede ser GILIPOLLAS al masculino, ya que esa palabra se ve claramente que es femenina (la –A al acabar lo dice todo) por una –O, quedándose claramente en el palabro (léase la explicación anterior) GILIPOLLOS...

Está claro que mi religión sabe porque no se me ha de dejar pensar mucho… ¿No creen?