Fuiste clavando en mi cuerpo ajado despacio los puñales que inventaste solo para mi. Te extrañó que te lo agradeciese. Era algo que hiciste pensando en mí. Único. Personal. Intrasferible...
Estamos en una guerra sin cuartel ni uniforme. Tú me intentas clavar tus armas. Yo intento que no lo hagas. Yo intento hacerte llegar hasta mí para darte el golpe de gracia. Tú intentas protegerte en las cuevas que poseo. Yo deseo. Yo deseo...
Deseo que sigas atacándome. Lo deseo porque mientras lo haces no te escapas de mí. Deseo porque así me veo reflejada en tus ojos. Deseo porque solo estas atento a mí.
Guerra de sudor. Guerra de lágrimas. Guerra de deseos. Guerra de tú. Guerra de yo. Guerra de dónde estás. Guerra de ven a buscarme... Guerra de cama vacía...
30 diciembre 2005
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5 comentarios:
cada día estoy mas convencido... prefiero hacer al amor que la guerra...
Guerra que no ganamos, guerra que no perdemos. Guerra en la que luchan miradas y pactan caricias. Guerra sin cuartel, guerra sin tierra de nadie. Guerra en la que no se gana terreno, guerra en la que no se pierden más vidas que las que hay perdidas. Guerras, como siempre, guerras... porque no sabemos hacer otra cosa que luchar.
yo prefiero permanecer inmune a ambas cosas, amor y guerra, aunque si bien es cierto, voto por la guerra es más divertido...
La guerra del amor es la mas divertida y la mas sangrienta. La mas arriesgada. La Única en la que se tiene algo verdaderamente que perder...
Buscando la imagen de un callejón encontré con este grandioso blog, te felicito por la manera exquisita y lo leeré y lo agregaré al mío para poder entrar con mas frecuencia.
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