Una vez tuve un sueño. Un sueño pesado como tus brazos en mi torso al dormir. Un sueño húmedo como los vasos de agua. Un sueño feliz como las piruletas en las manos de un niño.
Una vez tuve un sueño... Un sueño blanco. Un sueño verde en el centro. Un sueño rojo en los bordes... Un sueño moderado... Un sueño agitado... Un sueño a fin de cuentas...
2 comentarios:
Prefiero soñar despierto.
Escribo el guión y se guardo el papel que mas me apetece...y además puedo escoger el final.
Me encanta soñar... pero el sueño es lo que te ayuda a guiar la realidad de cada día. Como bien dices, Policaricus, es el guión por el que nuestra vida se ha de guiar.
Querido pecado... ¿quién no nos daría a tí y a mí un papel en su guión que enmarca y da las pautas de su vida?
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