18 diciembre 2005

El saco


Busacando el saco en el que guardo los besos que uso cada noche o cada vez que mis ánimos piden vacaciones encontré el de los recuerdos dolorosos. Sin acordarme que era ese saco lo abrí solo un pelín. Salieron de allí como en estampida rompiendo cuadros, cristales, azulejos, hasta ladrillos... Miré a mi alrededor. Me entraron ganas de llorar...

Vi por las paredes recuerdos de besos que no recibiría más. Caricias de faldas alzadas bajo la mesa escondidas entre el mantel. Labios temblorosos estando a solo dos milimetros de otros que también tiemblan. Palabras de aliento dadas en silencio...

Recuerdos dolorosos por saber que no volverían esos. Recuerdos dolorosos porque eran con Él con quien los deseaba. Recuerdos dolorosos porque ahora solo me infunden ira donde quiera que los vea. Recuerdo porque era algo tremendamente hermoso. Recuerdos odiasos porque aun te quiero...

2 comentarios:

policaricus dijo...

Besos de miel para tu boca golosa y a veces melancólica.
Pero siempre deseada.
(Cateque...)

Perra Pelirroja dijo...

mmmm... esos besos en la mano que suben por el brazo y se despliegan por todo el cuerpo como semillas que caen en tierra fértil... (que le den mucho y bien a los catedráticos, que alguno parece que le falta eso...) Besos de miel, que con limón saben a la fiereza de los besos deseados (amargos sobre dulces.... me encantan)

Besos a fin de cuentas, besos que sirven mucho, besos que levantan ánimos.... y, sí, por que no, más cosas

;******

Gracias a ambos