
Mis muslos se frotan. Demasiada humedad. No pares.Para ya. Mis senos a punto de estallar. Lubrica. Dulce. Sabor a moras... Moras en tus manos. Moras en tus dedos... Pontelas en los labios... Me gustó cuando me diste de ellas en tus dedos...
Perra pelirroja en su callejón, donde hasta las baldosas tienen palabras para ella
6 comentarios:
Dulce sabor de deseo...
tan cerca y tan lejos.
Porque los sueños, tambien se hacen realidad.
Hace mucho que no se de ti, pero me imagino que estas bien...sigues tan viva..
Mmmm que gusto el ver que mis palabras siempre crean... ¿adectos?. Lo cierto es que las palabras de un anónimo (lease que es aquel que esconde su nombre (esconderse... ¿de quién? que una es perra pero no te morderé.... creo) por miedo o deseo, que nunca se sabe...) me llenan de gozo y deleite... La pena es que creía que era alguien culto... Qué lástima que al ver que se digna a darle una patada al diccionario como para decir que algo es "sorpresivo" en vez de sorprensente deja mucho que desear...
Gracias al resto por cuidar mi callejón para que siga tan lúgubre y oscuro como siempre...
Lametones dulces, húmedos, sabrosos y con sabor a moras...
-Sorpresivo, va:
(1)adj. Que sorprende; que se produce por sorpresa, inesperado: noticia sorpresiva.
(Extraído de www.rae.es)
Nomás yo pasaba por aquí, pero es menester aclarar que ese anónimo no ha cometido tropiezo gramatical alguno. Otra vez será.
Bueno, bueno... No han de ser tan malas mis palabras cuando recurrentemente vuelve a leerlas. Me alegro de que así sea. Tengo, de este modo, la tranquilidad (¿es que en algún momento la perdí?) de que no caen en saco roto...
Todo buen hombre tiene derecho a reirse tras su jornada laboral, tranquila, en saco roto no caen.
"El anónimo"
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