27 junio 2006

Explosión


Cierro los ojos. Sólo quiero sentir(te). Es una explosión. Eres una explosión... MI EXPLOSIÓN.

Cuando me relajo en tí soy la sacerdotisa de tu templo. Deseo de orar siempre. Quiero orarte con mis labios, con mi lengua y con mis manos. Tu deseo siempre es mi placer. Tu placer mi obligación. Tu obligación mandada en mí, mi éxtasis. Mátame de dolor por complacerte... ¿Eso es lo que se llama "dulce muerte"?

Se que disfrutas mirandome cuando me dejo jugar con mi cuerpo. Se que disfrutas queriendo ser el lobo que monta a la zorra, que disfrutas mirandome siendo montada. Animada lo hago. Déjame despues ser tu válbula de escape. Dejame montarte, Lobo, que zorra sumisa soy por/para tí, que en tu explosión encuentro mi ánimo.

Encadéname para que sea libre. Encadéname para que me sienta libremente tuya. Encadéname para poder ser el deseo que no dejes escapar...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que decir... durante mucho tiempo, muchos de nosotros, pobres perros insolentes, hemos aullado a la luna desde nuestros callejones en busca de su influjo. Un baño en su luz que nos convierta en lobos para montar a la zorra. Muchos de nosotros hemos vuelto a nuestros hogares entre cajas de carton y cubos de basura, con el rabo entre las piernas, esperando a la luna del dia siguiente, o desesperados viendo como otros lobos pasean junto a la zorra, sintiendonos dichosos si esta desvia su mirada a nuestros callejones y nos ofrece, juguetona, una sonrisa. Antes de perderse en el bosque con su amante, el lobo.

Perra Pelirroja dijo...

El lobo que montaba a la zorra que hacía que estuviese dichosa desapareció entre las brumas que Él mismo conjuró...