14 diciembre 2005


Ven aquí. Cuéntame lo que ves. Déjame hacer lo que deseas. Hazme lo que deseas. Dime lo que deseo.

Sí, deseo... Deseo... Haz que mis manos, mi cuerpo entero tiemble con tus palabras frias que me calientan cada vez un poco más. Cuétame que soñaste esta noche de luna llena. Cuéntame lo que te hizo, me hizo, mojar las sábanas de satén negras en las que me escondo para estar a tu lado. Cuéntame...

Saca las notas de mi cuerpo...

3 comentarios:

policaricus dijo...

Cuando dejaremos de desear, tal vez nunca.
Deseo, deseo, deseo…cuando se cumplen los deseos…
Cuando dejaremos de soñar.
Tal vez, es porque el placer y la felicidad esta en desear y soñar…
Moldeando a nuestro gusto la realidad.

Perra Pelirroja dijo...

Hemos siempre de darnos cuenta que por algún lado se empieza... Los deseos te llevan a hacer cosas para poder llegar hasta allí...

¿Es que no quieres soñar más...? ¿Es que quieres dejar de desear...? En tí está el poder de seguir...

policaricus dijo...

Me encanta soñar, tu lo sabes. Y no quiero dejar de desear nunca.
y si puede ser contigo.
Linda !!!