Creas esposas de hielo que atan mis muñecas de fuego. Arde mi mirada. Arden tus labios. Arde mi cuerpo que refrescas con hielo que se funde al recorrerme. Pezones erizados que te desean.
Se que lo haces porque deseas que aprenda. Sí, un poco más. Mis labios tiemblan mientras la humedad empapa mis muslos. Tu lengua recoge cada gota que emana de cada uno de mis poros. Hermosa visión entre mis rodillas separadas.
Grito de placer. Gritas de gozo. Suspiro extasiada por tu lengua y labios que recorren bajo mi vientre. Me estremezco incluso antes de que llegues a rozarme de nuevo.
No hacen falta las palabras. Miradas y pensamientos que dicen todo. No dejes que esto acabe. No dejes que pare el dibujo de tu lengua sobre mi lienzo. Girame para hacernos disfrutar más.
Ahora dejamé a mi. Te ataré con el fuego que brota de mi lengua. Mis dedos cabarán dentro de tu cuerpo. No hace falta que me hagas nada. La pasión que sacaste de mí, será la que te muerda mientras nuestro mutuo amor canta para que bailes para mí. Eres tan hermosa...
No tenemos prisa. No tenemos tiempo. Susurros que hacen arder nuestas almas y sabemos que tantos desean. No les digas nada, lo que ambas sentimos no es algo que a ellos les interese...
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