03 agosto 2006

El devenir de las cosas

Cada "hola" va seguido irremediablemente de un "adiós". No me gustan las despedidas, por lo que tendré que aprender a no saludar. Una vida sin saludos. Una vida plana. Una vida sin los sinsabores de la misma. Una vida que no es vida.

Esto es una despedida a todo aquello que saludé y desapareció, como agua en las manos. Por mucho que quieras retener, siempre se escapa. No me gusta mojarme en vano.

Esto es un saludo a cada acontecer nuevo. No quiero pensar en que después tendré que despedir.

Esto no es nada. Esto lo es todo. Círculo vicioso como yo, sin principio ni final. Agarra mi mano tendida. Sueltamé. No quiero saber nada de tí. Quiero todo lo que me quieras ofrecer. Una cosa siempre va seguida de la siguiente. Sin un uno no hay jamás un dos. Tomamé. Dejamé. Nada de ello es algo sin lo otro, por lo que uno solo es nada.



Mírame. Cierra tus ojos. Tócame. Déjame sin el tacto de tu piel en la mia. Deseo. Odio. Tú. Yo. Nunca hay nada sin que sea un todo...

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