23 septiembre 2006

Sé que no tengo derecho

Sé que no tengo derecho, pero cada vez que estás con otra persona compantiendo tu lecho me muero de celos deseando que sea yo quien ocupa su lugar.

Sé que no tengo derecho, pero cada vez que otro hombre me roza deseo que sea tu mano de quien es.

Sé que no tengo derecho, pero cada vez que estas pensativo deseo ser yo quien ocupa tu mente.

Sé que no tengo derecho, pero deseo que las palabras con las que acabas algunas de tus frases sólo las dijeras para mí.

Sé que no tengo derecho de escribir esto, como sé que cuando lo leas pensarás que no es para tí.

Te quiero.

Ys

6 comentarios:

Anónimo dijo...

yo a veces deseo lo mismo, pero lo que deseo es que sea su unico deseo... y menos mal que no soy celosa... me gusta la forma que tienes de expresarte... suena a todo menos a hipócrita.

Besos chiquititos para ti también.

Suerte.

Perra Pelirroja dijo...

Chica simple, eso es lo que deseo en cada minuto del día y de la noche. Deseo que yo sea para él lo que es para mi. Deseo que cuando me mire, no vea nada más que a mi. Deseo poder llenar cada instante de su vida... Y no es hipocresía, es sentimiento en estado puro.

Besitos también para ti, linda, aunque esta vez algo menos chiquititos.

La suerte no se espera, se va a su paso para conseguirla.

policaricus dijo...

La inspiracion se concentra en rus letras...Besos, de mora.

Perra Pelirroja dijo...

La inspiración se esconde bajo la piel y la voz que deseo.

Besos de mora

Anónimo dijo...

Como desearía que tus susurros fuesen sentimientos solo en mis oidos, que el viento siquiera pudiera intuirlos.
Como desearía que la única ley escrita del derecho fuese el latir de tu corazón.
Si pudiese pensar que a mi me lo has dirigido, sólo quedaria decirte... te amo.

Perra Pelirroja dijo...

El deseo siempre es una cosa demasiado complejo. Los susurros son palabras echadas al viento que siempre vuelan hasta muy lejos. El derecho de mis latidos son algo que ni yo misma le puedo dar lógica. Lo pensamientos, como las direcciones a las que palabras se dirigen nunca se puede decir que son los correctos... Pero siempre gusta a una perrilla que le digan que la aman... Perrilla soy. Me gusta que me lo digan. Gracias, anonimo