07 enero 2007



De vuelta segura a mi callejón oscuro... solitario.... lúgubre...

Oscuro porque el sol huye de mis paredes del sol no desea encajonarse aquí... No lo cree digno de tocarlo si quiera.

Solitario porque ella, mi querida gata, parece que más o menos ha dejado los tejados de mi callejón, para irse a otros...

Lúgubre... los que me siguen en mis andanzas, pensamientos, búsquedad y placer lo sabrán, creo, bien...

Mis zarpas que hace tiempo se convirtieron en dedos vuelven a ser lo que una perra ha de tener... zarpas que hacen que duela mucho... zarpas que intentan escarbar hasta lo más íntimo, hasta lo más profundo... en búsqueda de su premio guardado en el hoyo que construyó tanto tiempo atrás.

Ya no me importa que otros perros y/o perras vengan a mi callejón. Ya no tengo miedo. Ya no tengo vergüenza. Ya no tengo territorio al que proteger.

Sabia antes del dolor... Dolor placentero al estar con Él... No sé del dolor al estar sin Él... Dolor mortal que sólo se apacigua al escucharle hablar...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Defender el dolor de amor hasta sus últimas consecuencias, sumergirse en el hasta sentirse morir y renacer con un nuevo deseo de abrazos, besos y íntimas caricias.

Anónimo dijo...

y tambien dejas su sitio a las cucarachas....????... ;)

NOs encantan los lugares oscuros... y si tu estas en ellos..uuuu..subidon!!!

besos y versos

Anónimo dijo...

No dejo huellas de mis patitas por aki,pero creia k aun sentias mi olor,nunca dejo tu callejon ,pekeña,es donde mas me gusta estar,y verte desde el tejado,fuerte,hermosa,peliroja...perra