Vives en un mundo de mentiras que tú, poco a poco, vas creando como una araña crea su tela a su alrededor. Malmetes y mientes al hablar del resto. Mientes al mentirte. No te gusta nada más que la mentira. Aun así, mientes al decirte que nunca se lo harías a nadie.
Mientes al decir que sientes. Mientes al sentir. Mientes en cada gesto de tu cara. Mientes al estudiar como crees que deberías ser. Mientes. Mientes. Mientes... No ves otra cosa que las mentiras que crees que el resto deja caer a su paso. Mientes al decir que no te das cuenta. Mientes cuando dices que no querías eso...
¿Mentiré yo también al decirte que me das pena?
2 comentarios:
La mentira es como una bola de nieve cuesta abajo... imposible de parar, crece según rueda, y, al final, se estrella con un gran destrozo.
En el caso de la mentira, el problema está en lo que destroza para los demás. Si se rompiera sólo lo que lleva el mentiroso dentro de si mismo, no pasaria nada, el problema viene cuando algunas personas que querian creerle sobre todo son engañadas.
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