24 enero 2007

De balcones y tejados

Aullo a la Luna suplicando que en mi balcón, en uno de los cientos de tejados que veo al pasear por mi callejón, haya alguien interesado en él... Mis ojos, ojos de perra, están enrojecidos... ¿Será por el maquillaje?... En cierto modo ya aprendí (de nuevo, que no solo los hombres tropiezan dos veces con la misma piedra, sino que las perras muy perras también lo hacemos) que no debo esperar lo que se que no puede estar (por miles de causas, aunque siempre me han dicho que parezco uno de estos perros que van a buscar en las montañas nevadas a los que se pierden y son abandonados despues los, que se le va a hacer) aunque parezca de vez en cuando que se intenta estar (que putada).


Miro a mis tejados, a mis balcones, hasta a las esquinitas de las puertas de salida de emergencia que dan a parar a mi callecita (se sabe, otra putada, que estoy tanto para un roto como para un descosido) y se ilumina alguna lucecita en ellas. Pero solo son espejismos de mi torpe imaginación. Nunca se puede dar sin esperar nada a cambio, o así me lo quisieron enseñar mis queridos papás (y que conste que entiendo por un papá y una mamá, que eso que intentan hacer ahora de quitarnos la "unificación" y los "derechos" alguna feminista de pro, como que me hace subirme por las paredes, o al menos intentarlo, que una es perra y no araña u otro animalejo o bochillo similar), aunque creo que no lo lograron... Pero bueno...

Creo que acabaré alquilando alguno por si alguien lo desea...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola perrita, yo ya he encendido mi luz, a ver si te acercas y dejas que te acaricie.

Anónimo dijo...

Sabes que siempre tienes una puerta abierta, con una luz encendida, por si tienes frio en tu callejon y necesitas de una mano amiga que te acaricie y te de cariño. Si en mi mano estubiera, sabes que compraria una calle entera y de todos los portales saldria alguna luz, esprando que tu aparecieses.